08 febrero 2015

caminos

Yo soy una montaña y la carretera
mi torrente sanguíneo. Respiro mejor cuando por las ventanas pasan árboles, nubes, aves, cielos, concreto, luces, humo, niebla, antenas, soles.

Gris humo, gris niebla, gris frío,
verde opaco, terroso.,
concreto, amarillo que guía, luces en par, lejanas y cerca.

Comienza la noche, antes de la luna que no estará, averigua la hora, la que no deja ver, la que ciego te conmueve.
Inquieto, inquilino, inquisidor...

Soy un árbol...pero no cualquiera sino aquél, grande, victorioso y solitario.

Nunca arboleda, nunca perdedizo o difuso...aquel claro, que divisas de noche y día, que invita al abrazo pero lejano, no cualquiera.


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